vodka

El día en que el rock quedó en silencio

Bonzo era un músico de una impresionante presencia física, un baterista potente y de una resistencia casi sobrehumana en sus actuaciones. A todo lo anterior se sumaba una extravagante espectacularidad. A su batería Ludwig de cinco cuerpos, añadía congas, dos timbales orquestales y un gong sinfónico al que prendía fuego cerca del final de cada concierto. El clima tan personal que creaba Led Zeppelin era, en buena parte, gracias a ese gran sonido pesado que producía la batería.