Los nacionales quedaron en cuarto lugar. Y si lo deportivo fue notable, el fenómeno social también se recuerda como algo potente y fuera de lo común.

El torneo se realizó en el gimnasio "La Tortuga" de Talcahuano y en la cancha del Patinódromo del Parque O'Higgins de Santiago. Participaron 16 selecciones nacionales, 6 de Europa, 6 de América, 2 de Asia y 2 de Oceanía. Inicialmente, iban a ser 18, pero los equipos de México y Ecuador se retiraron​ días antes de empezar el campeonato.

La televisión transmitió los partidos en directo. En oscuros días de dictadura, la novedad deportiva pareció remecer a los chilenos y conectar a hombres, mujeres y niños con la sensación de libertad que se experimenta sobre los patines. Los defensores de la Roja pasaron de ser unos simples desconocidos a figuras cuyos nombres se recuerdan hasta el día de hoy. Ahí estuvieron el arquero José Antonio Espinoza, Arturo Salvatierra, Eduardo Tapia, Francisco Miranda, Sandro Pifferi, Jaime Cabello y el talentosísimo goleador Osvaldo Rodríguez que luego del mundial triunfara en el Novara italiano. Todos ellos dirigidos por el entrenador Mario Alberto Spadaro.