¡Qué vuelva el Guernica!
Recorte(s)
El 4 de julio de 1980 se informa que Ricardo de la Cierva y Marcelino Oreja, han llegado a un acuerdo para crear una comisión de trabajo (¿Oreja de la Cierva?). ¿Pero, quién diantres son estos señores? Ni más ni menos que importantes ministros del gobierno español, encargados de que el celebérrimo cuadro Guernica de Picasso vuelva a España para establecer ahí su residencia definitiva.
¿Qué había pasado? ¿Por qué la obra que denunció con mayor fuerza las atrocidades de la Guerra Civil española no había podido descansar en paz? La pintura de gran formato (776,6 cm de largo y 349,3 cm de alto) fue encargada al genio malagueño por el gobierno republicano para ser exhibida en el pabellón español durante la Exposición Internacional de 1937 en París. Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial, Picasso decide que la obra permaneciera en custodia del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA). Antes de eso, el cuadro ya había sido expuesto en Oslo, Copenhague, Estocolmo y Gotemburgo, y en varias ciudades del Reino Unido. Desde la Gran Manzana, viajó a Milán, Sao Paulo, Alemania, Bélgica, Dinamarca y Holanda. Ya cansado de su trashumancia, el Guernica llega, en 1981 a España para descansar, finalmente, en el Museo Reina Sofía.
A pesar de sus enormes dimensiones y de su tema trágico, a mi me hubiera gustado mi casa como su destino último. Pero imagino que Picasso no estaría de acuerdo, ya que dijo: “No, la pintura no está hecha para decorar las habitaciones. Es un instrumento de guerra ofensivo y defensivo contra el enemigo”.
Comentarios
Durante muchos años pensé…
Durante muchos años pensé que la obra de Pablo Picasso era en colores, porque los medios en las que lo reproducían (en tiempo de dictadura) se imprimían en blanco y negro. Con los años, me enteré que el pintor preguntó a sus amigos si le ponía color, pero todos le recomendaron dejarlo como lo conocemos ahora.
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