La aplastante victoria del conservador fue, sobre todo, consecuencia de la crisis económica que afectó el nivel de vida de los ciudadanos de ese país y, en menor medida, del desencanto ante la falta de liderazgo de Carter en un mundo internacional convulsionado.

El aspirante republicano ganó a Carter en todas las regiones del país y logró la mayoría de los votos en la totalidad de las capas sociales y profesionales, con exclusión de la minoría negra.

Al momento de votar, fue determinante en los estadounidenses el alza sostenida en la inflación y el desempleo. Y no pocos ciudadanos expresaron en las elecciones su descontento con la invasión de autos japoneses.

En el plano internacional, la invasión soviética a Afganistán y la crisis de los rehenes de Irán golpearon duramente a Carter.

En su gobierno, Reagan impulsará la libre iniciativa y tratará de gobernar con patriotismo con el objetivo de convertir en realidad su eslogan electoral: «Hagamos América grande de nuevo». (¿A alguien le suena?)

Con 69 años y 349 días al momento de su investidura, el ex cowboy cinematográfico fue la persona de mayor edad en asumir la presidencia en la historia de Estados Unidos, una distinción que mantuvo hasta 2017, cuando Donald Trump llegó al más alto cargo de la nación con 70 años y 220 días.

En muchas elecciones del mundo, surgen candidatos excéntricos que no quedan registrados más que como una anécdota. Esta no fue la excepción. Fidler Joseph «Joe» Walsh, guitarrista, cantante y compositor estadounidense de hard rock, country rock y blues rock, conocido por su maestría con la guitarra eléctrica y por ser miembro de The Eagles, se postuló para presidente de Estados Unidos en la cima de su carrera musical. Su "plataforma" consistía en gasolina gratis y un nuevo himno nacional. Aunque Walsh no tenía la edad suficiente para asumir el cargo, quiso sensibilizar al público respecto a las elecciones. Se volvió a presentar, esta vez para vicepresidente, en 1992 y no tuvo éxito.