Una chilena llena de chilenidad
El partido se jugó el 18 de septiembre de 1980. El día más chileno, el de las Fiestas Patrias.
El rival y dueño de casa, Argentina, era el campeón mundial vigente. En la Selección chilena debutaba Sandrino Castec.
El partido se jugó el 18 de septiembre de 1980. El día más chileno, el de las Fiestas Patrias.
El partido se jugó en Mendoza, en el estadio Malvinas Argentinas, la plaza que dos años antes nos había esperado para el Mundial de Argentina 1978, y al que -Perú mediante, gol de Muñante mediante- no pudimos llegar.
El rival y dueño de casa, Argentina, era el campeón mundial vigente y, aunque se trataba de un “amistoso” (las comillas van porque se sentían vientos de guerra entre ambos países) se presentaba con su mejor contingente: Ubaldo Fillol; Jorge Olguín, Luis Galván, Daniel Passarella (capitán), Alberto Tarantini; Américo Gallego, Daniel Valencia, Diego Maradona; Santiago Santamaría, Leopoldo y Ramón Díaz.
El equipo dirigido por César Luis Menotti era prácticamente la formación que había ganado el Mundial ‘78, más la añadidura de Maradona.
Chile saltó a la cancha con Óscar Wirth (Cobreloa); Luis Rojas (Unión Española), Osvaldo Vargas (O'Higgins), Elías Figueroa (Palestino, capitán), Vladimir Bigorra (Universidad de Chile); Mario Soto (Cobreloa), Rodolfo Dubó (Palestino), Eduardo Bonvallet (Universidad Católica), Manuel Rojas (Palestino); Patricio Yáñez y Sandrino Castec (Universidad de Chile).
El DT era Luis Santibáñez y, como preparación para las eliminatorias para el Mundial de España 1982, hacía debutar a Castec y, también, a Orlando Mondaca, que reemplazó al “Pato” Yáñez.
El partido lo dio TVN, con el relato de Ignacio Hernández, quien cantó los goles argentinos de Valencia, a los 20 minutos y de Díaz, a los 41. Parecía ser la misma historia de siempre: una paliza de Argentina. Pero…
A los 44 minutos, justo antes del entretiempo, una falta a Castec generó un tiro libre desde fuera del área, el que fue disparado rasante por “Papudo” Vargas y se le coló al mejor arquero del mundo: Ubaldo Matildo Fillol, el “Pato”.
En el segundo tiempo, a los 21 minutos de ese 18 de septiembre, vino la fiesta, tañeron las vihuelas, se entonaron las cuecas, los volantines surcaron los cielos, se descorcharon los tintos y las chichas y las banderas tricolores se mecieron de lado a lado, con fervor. Una volea furibunda de Manuel Rojas, repelida por Fillol, puso el lienzo para que Sandrino Castec, bailarín, volador, acróbata, dibujara la chilena con más cara de chilenidad. ¡GO - LA - ZO!
El partido terminó 2-2.
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